Juchitàn, Oax

05/05/2016

Por Vìctor Teran

   Los maestros de México, principalmente de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán (otros 20 Estados se unirán a la lucha de manera parcial), iniciarán este 15 de mayo un paro nacional en defensa de la educación pública y de sus derechos laborales, es decir, en contra de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto que busca correr a los maestros mediante un examen cada cuatro años y quitarles  entre otros derechos el de contrato de base y el derecho a la jubilación a través de contratos de trabajo temporales.

 

A partir de una campaña de mentiras y difamaciones que  TELEVISA y TV AZTECA encabezaron (empresas o negocios que transmiten lo que se les paga), el gobierno del PRI culpa a los maestros de la crisis educativa y arremete contra ellos a través de una reforma que nada tiene que ver con mejorar la calidad de la educación.

 

Pero cómo culpar a los maestros de la mala calidad de la educación si es el gobierno quien prepara en las escuelas normales a los maestros;  si es el gobierno quien hace los planes y programas de estudio y obliga a los maestros a que los enseñe en las aulas; si es el gobierno el que no genera empleos, no apoya a los campesinos, obreros y artesanos, que no ganan lo suficiente y se ven obligados a mandar a sus hijos a la escuela sin desayunar, mal vestidos y con problemas de salud; si es el gobierno el responsable de que existan escuelas en mal estado, sanitarios higiénicos inservibles, escuelas sin equipamiento tecnológico y sin materiales didácticos suficientes, escuelas sin agua y sin luz.

 

Es innegable que el gobierno miente, no busca mejorar la calidad de la educación, lo que busca es arruinar a la escuela pública, dejándola sin maestros y sin ningún apoyo para impulsar la multiplicación de escuelas privadas. Ya lo hicieron con las empresas mexicanas PEMEX, TELMEX, FERROCARRILES y BANCOS MEXICANOS, primero las arruinaron y luego las vendieron como chatarra, no sin antes cobrar sus respectivas comisiones.

 

Es falso que los maestros no quieran evaluarse, han dicho hasta el cansancio y nadie en el gobierno quiere escucharlos, que requieren una evaluación para detectar sus deficiencias y que el gobierno como patrón se comprometa a ofrecerles cursos gratuitos de actualización para mejorar su trabajo en el salón de clases. Lo que no quieren es una evaluación como lo plantea la Reforma, que es para correrlos del trabajo y para quitarles su contrato definitivo de trabajo por uno temporal y para dejar de pagarles la jubilación.

 

Ante la lucha que se avecina con el paro nacional de los maestros, será imperativo y determinante que el pueblo de México tome partido. ¿Apoyará las reformas estructurales del gobierno gerencial de Peña Nieto, que busca enriquecer más a los ricos y empobrecer más a los trabajadores mexicanos para venderlos como mano de obra barata y manipularlos a su entera conveniencia en tiempos de elecciones? ¿Apoyará al maestro de sus hijos que lucha por la defensa de sus derechos laborales,  por una educación pública, laica y gratuita, y, por la liberación de los maestros encarcelados, rehenes del gobierno para intimidar y detener la lucha de los maestros?

 

Pienso que la mejor alternativa es la unidad y la lucha del pueblo en general con el magisterio, la lucha por una educación pública, laica y gratuita debe ser una lucha de todos, no nada más de los maestros. Necesitamos parar la mano autoritaria de este gobierno gerencial y corrupto, que no trabaja para los mexicanos, sino para los ricos, para el gran capital trasnacional.

 

La reforma educativa de Peña Nieto no es más que otra estrategia del capitalismo criminal (que su dios es el dinero y los negocios) para arruinar y desacreditar (a través de la reducción del gasto público) a la educación pública y justificar el auge de las escuelas privadas; es una estrategia para desmantelar las conquistas laborales y adaptar al alumno a las exigencias del mercado de trabajo de mano de obra barata, sumisa y resignada.

 

Claro que necesitamos una mejor educación, una educación construida desde la perspectiva del maestro y de la sociedad y no desde las necesidades de los dueños del dinero. Una educación que nos ayude a construir entre todos una sociedad mejor y más justa.

 

Para lograr esta educación es necesaria la participación de los padres de familia y de la sociedad en general en la lucha que se avecina. No dejemos solos a los maestros.

 

Víctor Terán,

beeu saaguidxi,

Iza 2016.