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EL CRÍTICO RAY

Muchos habitantes de la Península de Yucatán, ¿son ineptos en la política?

Por ** Raymundo Martín Gómez

Chetumal; Quintana Roo.

02/11/2015

   A muchos campechanos les urgía superarse en la vida por lo cual se trasladaban a Mérida para estudiar en las escuelas públicas o privadas aprovechando que los yucatecos tenían las mejores de toda la región desde décadas atrás.

 

Otros más, aprovechaban para comprar productos o insumos que requerían para sus negocios pues en Campeche no había industrias ni comercios que vendían al mayoreo o que se dedicaban al abastecimiento de esas empresas.

 

A muchos yucatecos que no encontraban una mejor opción en Mérida, les gustó Campeche para irse a vivir, a trabajar en algún ramo, desarrollarse, aportar su granito de arena para integrarse a la sociedad que hasta entonces había mantenido cierta cerrazón por los combates a golpes que durante décadas se registraron luego de los partidos de béisbol entre los equipos de ambas ciudades, en que si perdían el juego, los campechanos expulsaban a los yucatecos a golpes y pedradas.

 

A muchos quintanarroenses les daba por viajar a Mérida para consultar con los mejores doctores que laboran en los centros médicos particulares o públicos desde hace muchísimos años o también a estudiar porque en Chetumal, Cozumel, Cancún y demás jóvenes municipios se carece de excelencia médica o escolar, mientras que en la capital yucateca es lo que abunda, dada la gran calidad en la mano de obra en casi todos los aspectos.

 

A muchos habitantes de estas tres entidades de la Península de Yucatán, en resumen, la vida o mejor dicho la necesidad, los obligó a cambiar su residencia temporal o definitiva, de un estado a otro y viceversa, pero más los yucatecos que por ejemplo después del huracán Janet, en los años cincuenta, llegaron a repoblar Chetumal luego que gran cantidad de gente murió tras el paso del huracán “Janet”.

 

O quienes en 1974 arribaron de Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, como repobladores para lograr que Quintana Roo tuviese el número suficiente de habitantes para convertirse en entidad federativa por decreto del entonces presidente Luis Echeverría.

 

A muchos los políticos de Campeche, Yucatán y más a los de Quintana Roo no les queda muy claro este singular panorama peninsular, a tal grado de que el actual gobernador Roberto Borge Angulo hace algunas semanas cometió el grave error de gritar varias veces que sólo los quintanarroenses nativos pueden gobernar esta entidad pero cuando algunos hicieron notar que de los siete aspirantes a la gubernatura sólo uno o dos nacieron aquí, los demás son yucatecos de nacimiento, tuvo que tragarse sus palabras pues incluso sus abuelos de origen libanés o francés llegaron a Cozumel ¡apenas hace unas décadas vía Yucatán!

 

A mucha gente de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz o Guerrero, por citar unos casos, también le tocó la buena suerte de repoblar estas entidades peninsulares pero más se han asentado en Quintana Roo, en las cercanías o en la propia ciudad capital, Chetumal, en el otrora gran polo turístico de Cancún y ahora en Playa del Carmen, que registra los más altos índices de crecimiento poblacional a nivel nacional o mundial, con todo el caudal de problemas que la migración trae: necesidad de empleo, vivienda, escuelas para sus hijos, hospitales…

 

A muchos peninsulares, nativos o arraigados, les queda claro que esta región de México en gran medida es de migrantes incluso de muchos países, de los cuales gran cantidad terminan sus días, como diría Julio Cortés Noh, un ingeniero jubilado nacido en Yucatán, como los elefantes, regresando a morir a su tierra natal pues los cementerios de Quintana Roo además de saturarse rápido son muy pocos y no cualquier persona puede construir un osario tipo casa de madera como algunas que hay en Chetumal (foto incluida), como se estilaban crear las casas hace varias décadas cuando estaba en auge la explotación del cedro y la caoba.

 

A muchos ciudadanos que años atrás llegaron a Quintana Roo les resulta más práctico regresar a su tierra de origen en lugar de ser llevados al final de su vida en una carroza funeraria al cementerio del pueblo o a la ciudad donde nació.

 

Y esto no les interesa gran cosa a esos torpes políticos que hoy buscan ser el próximo gobernador, alcalde de alguno de los 10 municipios (bueno, acaban de aprobar que Puerto Morelos sea el número 11) o tener alguna de las 25 diputaciones estatales que serán estrenadas en septiembre de 2016.

 

Somos una península muy singular. Sin duda. Pero con mucho oportunista o inepto dentro de la política, ¿verdad Sr. Borge?

 

** Raymundo Martín Gómez Periodista de prensa, radio y TV desde hace más de 40 años en la Península de Yucatán Articulista independiente cuyo anterior trabajo fue en “El Universal”, del DF Director General y propietario de “El Crítico”, una revista diferente que se publica desde hace más de 25 años en Q. Roo Ha sido presidente y presidente fundador del Club de Periodistas de Quintana Roo Impartió talleres de periodismo y redacción en Chetumal, Q. Roo

" En una época de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario": Orwell.

Una tumba del cementerio chetumaleño construida con madera de caoba. ¿A quién pertenecerá?

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