Salina Cruz, Oax.

28 de oct/14

 

Por: David Henestrosa Carrasco   

   Con la intención de conocer la situación que priva en el vecino estado de Guerrero, por el caso de agresión, asesinato y desaparición de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Informativo-Generando Opinión, entrevista a una residente del municipio de Iguala, quien le ha tocado vivir, y ver lo que ocurre todos los días en ese municipio.

 

Iguala de la Independencia, es el nombre del municipio, cuyo vocablo viene del nahualt y que significa: “donde serena la noche”, se vive hoy día, en el miedo y en la incertidumbre, así lo expresa la residente oaxaqueña que por necesidades de la vida tuvo que emigrar al vecino estado por una mejor oportunidad de vida.

 

De noches serenas, quizá lo haya sido por muchos años, pero para vivir en ese municipio en ese estado a veces hay necesidad de voltear a mirar a otra parte, hacer oídos sordos a lo que ocurre alrededor, al menos era la medida que habría servido para llevar una vida apacible, pero ahora eso no es suficiente, asi declara la entrevistada.

 

Diez años de vivir en el vecino estado, primero en Zumpango, después en Chilpancingo, y por último en Iguala; ella y su familia tuvieron que dejar esas poblaciones, porque ahí mataban por la disputa de la plaza entre grupos delincuenciales.  

 

"Ver todos los días gente armada, escuchar disparos, ver gente muerta, cosas que nunca imaginé ver, son las cosas que vi en Zumpango, en Chilpancingo, y nos cambiamos a vivir a Iguala".

 

Mientras narraba su historia, de su estancia en Guerrero, se le notaba el nerviosismo, el temor, el estrés, por momentos, interrumpía su narración para decir: "es que tengo miedo, aquí el que habla, lo desaparecen, tengo familia, tengo hijos". Pero recupera el aliento y continúa:

 

"Llegamos a Iguala porque aquí todo era más tranquilo, al menos al principio, pero después todo se complicó, es mucho peor. Aquí el narco está hasta el cuello, son ellos quienes mandan, aquí el miedo, no es miedo es realidad, te matan, te desaparecen".

 

"Ahora todo se complicó aún más con los estudiantes normalistas, me da mucha tristeza, son gente humilde, me entristece y me da coraje, no se lo merecían".

 

"A partir de ese día, la gente aquí en Iguala no sale a la calle, en las noches hay muchas balaceras, nos dicen que hay muertos, son los rumores que circulan, pero al menos las balaceras son reales".

 

"En el día, salimos con miedo, mis hijos van a la escuela, pero aún así todos tenemos miedo".

 

"El día de ayer, los estudiantes marcharon, y tras la marcha, quemaron una tienda comercial, pero no alcanzó a propagarse, porque los mismos estudiantes apagaron el fuego, apagaron todo, yo vi lo que pasaba, porque vivo cerca de la tienda comercial y les regalé agua".

 

"Creo que les quieren echar a ellos la culpa de los destrozos y saqueos a tiendas, pero son los mismos estudiantes quienes apagaron el incendio".

 

"En el cielo pasa continuamente el helicóptero de la PGR, llegaron más policías, el ambiente es tenso, encontraron otra fosa en Cocula, dicen que ahí están los estudiantes, pero mas tarde corrió el rumor que encontraron puros chivos, no les creo, aquí ya a nadie se le cree".

 

"Así como están las cosas no me queda otra cosa que llevarme a mis hijos a Veracruz, ahí tengo familia. Estoy agradecida con Guerrero, pero en este momento no es posible llevar una vida tranquila aquí".

 

Así concluyó la entrevista con Vicenta (nombre ficticio) de origen oaxaqueña, que fue a buscar una mejor vida a falta de las condiciones idóneas en su estado natal.