Por Raymundo Martín Gómez

Quintana Roo.

10/02/2016

   Los hechos confirman que las entidades de la Península de Yucatán están viviendo momentos cruciales desde el punto de vista económico, político y social al grado de tras ser un generador de fuentes de empleo para el resto del país o del está generando una nueva generación de pobres provenientes de las clases baja y media baja.

 

Campeche, como ya en otras ocasiones lo apuntamos, vive aguda crisis por la caída del precio internacional del petróleo que ha dejado en la calle a miles de trabajadores de las viejas plataformas de producción mientras que el gobernador entrante, Alejandro Moreno, apenas hace unos meses entró a aprender a gobernar, luego de la cuestionada labor de su antecesor Fernando Ortega Barnés quien en el último año de su sexenio de dio cuenta de que no había hecho gran cosa y mando construir numerosas obras al vapor, varias de las cuales han sido un fiasco.

 

Yucatán, gran exportador de mano de obra calificada, con sus numerosas maquiladoras es cosa del pasado igual que los invernaderos y aunque produce distintos tipos de productos incluso carne de res, cerdo, pollo y otros de mar, para abastecer al mercado regional, nacional o internacional, no logra atender los problemas generados en los 106 municipios muchos de cuyos habitantes viajan todavía para encontrar trabajo mejor pagado en los centros turísticos de Quintana Roo.

 

Pero Quintana Roo ha sido saqueado y endeudado más por los ex gobernadores Joaquín Hendricks Díaz, Félix González Canto quienes dejaron crecer los problemas de casi todo tipo al grado de que el ñoño Roberto Borge Angulo los ha imitado para empeorar el panorama contratando mayor deuda y en lugar de gobernar se ha alejado del pueblo para dedicarse a viajar por el mundo dizque promocionando los atractivos turísticos mientras los chetumaleños, por ejemplo, ahora tienen que trasladarse a Playa del Carmen o a Mérida para trabajar o buscar mejores oportunidades de vida.

 

Joven e inexperto en política o gobierno, Borge Angulo se ha enfrentado a sus críticos en lugar de asimilar los señalamientos y propuestas útiles, desechando los insultos, al grado de que a unos meses de que concluya su gestión, es uno de los gobernadores más desacreditados y cuestionados de México junto con su colega de Veracruz, ambos por cierto fueron mencionados por Enrique Peña Nieto como ejemplo nacional hace cinco años cuando vino como invitado a la toma de protesta en el Centro de Convenciones y Negocios de Chetumal, que conviene recordar es un elefante blanco porque no se han realizado convenciones y menos negocios para sacar adelante la economía local.

 

Con su programa “estrella” llamado “Reciclando Basura por Alimentos”, Borge Angulo ha sacado una nueva generación de pepenadores que andan por las calles de los principales municipios quintanarroenses buscando cartón, plástico y otros productos reciclables para cambiarlos luego de prolongada y sufrida espera en fila, por algunos alimentos enlatados, unas cuantas verduras o en el mejor de los casos productos de limpieza para el hogar.

 

En realidad ese un buen programa copiado de Brasil para reducir la cantidad de basura que llega a los basureros pero eso no ha sucedido porque no se realiza por ejemplo dos veces a la semana en cada uno de los 11 municipios sino que lo ejecutan cuando al parecer hay dinero en las arcas estatales pues tampoco ha habido transparencia al respecto ni se sabe dónde termina el efectivo captado por la venta de los basura reciclable, como no lo hay en todo el dinero que maneja el gobierno estatal al grado de que los quintanarroenses no saben si la deuda pública sigue siendo de 20 mil millones de pesos o más.

 

Con la caída del precio del petróleo, vendrán los recortes de personal en el gobierno federal y por ende en estatal y en los municipios, al grado de que Quintana Roo ya no puede captar a aquellas personas que desde hace años venían a trabajar desde Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, por ejemplo, pues además se han formado cinturones de miseria en Cancún y demás centros turísticos ante la falta de vivienda, mientras la inseguridad crece alentada por el consumo de drogas y el subempleo se fortalece con ejércitos de nuevos pepenadores que a bordo de triciclos o motocicletas adaptadas recorren las calles y avenidas hurgando en la basura algo de provecho para venderlo y sostener a su familia, lo cual no sucedía antes cuando había bonanza turística.

 

Lo grave es que este panorama no lo reconoce el gobierno estatal y menos el federal que se empeña en vender la idea de que todo marcha de maravillas mientras que los pueblos peninsulares van incrementando sus ejércitos de nuevos pobres.

 

Raymundo Martín Gómez Periodista de prensa, radio y TV desde hace más de 40 años en la Península de Yucatán Articulista independiente cuyo anterior trabajo fue en “El Universal”, del DF Director General y propietario de “El Crítico”, una revista diferente que se publica desde hace más de 25 años en Q. Roo Ha sido presidente y presidente fundador del Club de Periodistas de Quintana Roo Impartió talleres de periodismo y redacción en Chetumal, Q. Roo